Qué es la bioeconomía circular: transformando desafíos en oportunidades sostenibles

El mundo se encuentra en un paradigma continuo. Día tras días, se actualizan y desarrollan nuevos servicios y acciones que buscan la mejora del panorama socioambiental. El cuidado del medio ambiente, sin olvidarnos de la importancia de la sostenibilidad económica, son cada vez más próximos a la rutina de personas físicas y/o jurídicas.

Por ello, en 2012, la Comisión Europea comenzó a hablar del término bioeconomía por la aprobación de la Estrategia Europea de Bioeconomía. Este busca orientar y dirigir la economía europea hacia un uso más sostenible de los recursos renovables. Así, en el año 2018, se actualizó dicha estrategia con un plan de acción para el desarrollo de una bioeconomía circular.

Y es este tema el que no atañe en estos momentos en los que economía y sostenibilidad van aún más de la mano. Desde Azentúa, hemos ido descubriendo qué es la bioeconomía circular y queremos que tú también conozcas este enfoque innovador.

Qué es la Bioeconomía Circular

La principal duda en este tema sería: «¿qué es la bioeconomía circular?». La bioeconomía circular es un paradigma económico que combina principios de la economía circular con el uso sostenible de recursos biológicos. En lugar de seguir un modelo lineal de producción y consumo, se adopta un enfoque circular que fomenta la regeneración y la reutilización. Esto implica el uso eficiente de biomasa, residuos orgánicos y subproductos, creando sistemas donde los desechos se convierten en recursos.

Según la Estrategia Española de Bioeconomía: Horizonte 2030 (del año 2015) es el conjunto de las actividades económicas que obtienen productos y servicios, generando valor económico, utilizando, como elementos fundamentales los recursos de origen biológico, de manera eficiente y sostenible. Su objetivo es la producción y comercialización de alimentos, así como productos forestales, bioproductos y bioenergía, obtenidos mediante transformaciones físicas, químicas, bioquímicas o biológicas de la materia orgánica no destinada al consumo humano o animal y que impliquen procesos respetuosos con el medio, así como el desarrollo de los entornos rurales.

Y esta es la principal diferencia con otros enfoques económicos convencionales. La bioeconomía circular se centra en cerrar ciclos de vida de los recursos, minimizar residuos y utilizar eficientemente recursos biológicos, creando una conexión intrínseca entre la sostenibilidad ambiental y la actividad económica.

Así, cabe destacar la interconexión entre los principios de la economía circular y la utilización de recursos, ya que se convierte en una alianza estratégica y base para la bioeconomía circular.  Mientras que la economía circular busca cerrar ciclos de vida de los productos promoviendo el reciclaje y la reutilización, la bioeconomía circular busca convertir y transformar los residuos a recursos.

Además, se busca impulsar prácticas comerciales responsables con un impacto ambiental reducido, promoviendo la responsabilidad ambiental y social corporativa y la utilización de recursos de manera ética. La economía circular también incluye la utilización eficiente de biomasa y materiales biológicos, incorporándolos nuevamente en la cadena de valor, garantizando así la regeneración y gestión responsable de estos elementos esenciales.

Y no hay que olvidar que este tipo de economía también apuesta por la investigación y desarrollo de bioproductos, como bioplásticos y biocombustibles, para reducir la dependencia de los recursos no renovables. Añadiendo aquí que la creación de dichos productos sean a través de innovación sostenible y de recursos biológicos.

Principios básicos de la Bioeconomía Circular

Los principios de la bioeconomía circular abordan la necesidad de preservar la biodiversidad, minimizar los impactos ambientales y promover la resiliencia económica.

  1. Ciclos de vida sostenibles. Se busca adoptar ideas de ciclos de vida cerrados para productos y materiales, fomentando el reciclaje de recursos biológicos, minimizando así la generación de residuos y la dependencia de recursos no renovables.
  2. Aprovechamiento eficiente de biomasa. El objetivo es maximizar la utilización de biomasa y materiales biológicos desarrollando tecnologías y procesos que permitan la transformación eficiente de biomasa en bioproductos, bioplásticos, biocombustibles y otros materiales renovables.
  3. Diversificación de productos biolígicos. A través de la innovación para crear una amplia gama de productos biodegradables, biobasados y respetuosos con el medio ambiente, reduciendo la dependencia de productos derivados del petróleo.
  4. Restauración de ecosistemas y biodiversidad. Se pretende contribuir activamente a la restauración y conservación de ecosistemas y la biodiversidad. ¿Cómo? Desarrollando prácticas agrícolas y forestales sostenibles, promoviendo la gestión responsable de recursos naturales y participando en esfuerzos de conservación de la biodiversidad.
  5. Participación activa de la sociedad. Involucrar a las personas y empresas en la toma de decisiones y beneficios de la bioeconomía circular, promoviendo la participación ciudadana, garantizando beneficios equitativos y considerando las perspectivas locales en la implementación de proyectos de bioeconomía.
  6. Economía basada en el conocimiento. Impulsar la investigación, desarrollo e innovación en bioeconomía circular para mejorar la eficiencia de procesos, encontrar nuevas aplicaciones de biomateriales y avanzar en la comprensión de los sistemas biológicos.
  7. Enfoque en la resiliencia y adaptabilidad. Integrar la resiliencia en la planificación y gestión de la bioeconomía, considerando escenarios de cambio climático, variabilidad ambiental y fluctuaciones del mercado.
  8. Circularidad en sistemas alimentarios. Establecer prácticas alimentarias sostenibles y circulares, fomentando la agricultura regenerativa, reduciendo el desperdicio alimentario y promoviendo la producción sostenible de alimentos.
  9. Evaluación del impacto ambiental y social. Incorporando análisis de ciclo de vida y consideraciones sociales en la toma de decisiones, garantizando que los beneficios ambientales y sociales sean una prioridad.
  10. Colaboración intersectorial. Fomentar la colaboración entre sectores, industrias y gobiernos, facilitando asociaciones entre ellos para abordar desafíos complejos y adoptando prácticas sostenibles de bioeconomía circular.

Y todo ello ya tiene resultados. Actualmente, ya se han aplicado estos y otros principios en diferentes sectores. Por ejemplo, la empresa Redisa recoge y recicla neumáticos que, tras ser procesados, se convierten en combustible para hornos de cemento o para fabricar goma y así crear nuevas carreteras.

Otra empresa que también aplica dichos principios es Siemens, que remanufactura equipos médicos y ofrece su instalación, mantenimiento y formación sobre el uso de los mismos. Y en territorio nacional está Ecoalf, una empresa de moda que genera su ropa y accesorios con plástico reciclado desde 2021.

Beneficios de la Bioeconomía Circular: económicos, sociales y ambientales.

La adopción de prácticas de bioeconomía circular no solo representa una transición hacia modelos económicos más sostenibles, sino que también desencadena una serie de beneficios tangibles, impulsando una transformación positiva en diversas dimensiones.

Beneficios económicos

Desde el punto de vista económico, la bioeconomía circular impulsa la creación de empleo en sectores relacionados con la gestión sostenible de recursos biológicos, desde la producción de biomateriales hasta la gestión de residuos orgánicos.

También estimula la innovación al fomentar la investigación en nuevos biomateriales, procesos eficientes y productos sostenibles, brindando a las empresas una ventaja competitiva en mercados centrados en la sostenibilidad. Además, facilita la diversificación de la economía al explorar nuevas oportunidades comerciales en sectores basados en la bioeconomía, reduciendo la dependencia de industrias más intensivas en recursos.

Beneficios sociales

Si nos centramos en los beneficios sociales, la bioeconomía circular fomenta la participación comunitaria al integrar a las comunidades locales en la toma de decisiones, asegurando beneficios equitativos y considerando las necesidades específicas de cada región.

Hay que añadir que contribuye a mejorar las condiciones de vida al promover prácticas agrícolas y forestales sostenibles, asegurando la disponibilidad continua de recursos naturales para las generaciones futuras.

Además de todo lo anterior, garantiza un acceso más equitativo a recursos y servicios esenciales, como alimentos, agua y energía, al reducir la presión sobre los ecosistemas y fomentar la gestión sostenible de los mismos.

Beneficios ambientales

Por último, pero no por ello menos importante, también hay que tener en cuenta los beneficios ambientales. Este tipo de economía contribuye a la conservación de la biodiversidad al adoptar prácticas que minimizan la degradación del hábitat y reducen la presión sobre especies clave.

También mitiga los problemas de residuos y contaminación al priorizar la reutilización, el reciclaje y la regeneración de recursos, disminuyendo la carga ambiental asociada con los desechos no biodegradables. Ayuda en la reducción del cambio climático al fomentar prácticas que favorecen la captura de carbono, como la reforestación y la gestión sostenible de suelos.

Además, mejora la eficiencia en el uso de recursos al priorizar la utilización sostenible de biomasa y materiales biológicos, reduciendo la dependencia de recursos no renovables; y aumenta la resiliencia frente a desafíos ambientales al promover sistemas económicos adaptativos y sostenibles, preparando a las comunidades y empresas para enfrentar cambios en el entorno.

Como sabemos que un ejemplo vale más que mil palabras, estos son algunos ejemplos de que la adopción de principios de bioeconomía circular ha llevado a mejoras significativas en diversas empresas y regiones, destacando el potencial transformador de este enfoque.

  • Finlandia ha establecido una estrategia nacional de bioeconomía que abarca sectores como la silvicultura sostenible, la bioenergía y la utilización de residuos orgánicos. Esta iniciativa ha llevado a la creación de empleo en industrias basadas en recursos biológicos y ha impulsado la innovación en biomateriales y productos sostenibles.
  • Novamont, con sede en Italia, se ha destacado en la producción de bioplásticos a partir de fuentes renovables, como el almidón de maíz y los aceites vegetales. Su enfoque en la circularidad implica la creación de plásticos biodegradables y compostables, reduciendo la dependencia de los plásticos tradicionales basados en petróleo.
  • La ciudad de Kalundborg en Dinamarca ha establecido un modelo de simbiosis industrial circular donde varias empresas comparten recursos, como el calor residual y subproductos, para reducir el desperdicio y mejorar la eficiencia en el uso de recursos.
  • La empresa DSM, con sede en los Países Bajos, ha adoptado un enfoque sólido en bioeconomía y biotecnología. Sus innovaciones incluyen el uso de residuos agrícolas para la producción de materiales sostenibles y la implementación de procesos de fabricación más eficientes y respetuosos con el medio ambiente.
  • Bioelektra Group en Polonia se ha destacado en la conversión de residuos orgánicos en energía renovable. Su enfoque en la bioconversión y la generación de biogás demuestra cómo los residuos pueden transformarse en recursos valiosos.
  • En España existen diferentes iniciativas y normativas en materia de bioeconomía, como es la Estrategia Andaluza de Bioeconomía Circular, que tiene, dentro de sus objetivos, la formación de un clúster para poder conectar demandas y oportunidades, a la vez que se fomentan servicios relacionados con la bioeconomía.

Desafíos y soluciones de su implementación

Como suele ser habitual, la transición hacia la bioeconomía circular presenta desafíos de la implementación, pero también abre oportunidades para la innovación y la colaboración.

Uno de los problemas más habituales a los que se suelen enfrentar aquellas empresas que apuestan por el enfoque transformador de la bioeconomía circular es gestionar de forma eficiente los recursos biológicos a lo largo de cadenas de suministro complejas. La solución a este desafío puede ser implementar tecnologías de seguimiento para aumentar la transparencia y la trazabilidad en la cadena de suministro biológica.

La falta de infraestructura especializada es otro bache a enfrentar. Esto puede dificultar la gestión efectiva de biomateriales y residuos biológicos. Por lo que fomentar la inversión en instalaciones especializadas y tecnologías innovadoras para el tratamiento y reciclaje de materiales biológicos, puede ayudar en este aspecto.

Aunque la base de los problemas está en la falta de comprensión sobre los principios de la bioeconomía circular. Desarrollar programas educativos y campañas de sensibilización dirigidos a empresas y comunidades para destacar los beneficios y métodos de implementación, puede solucionar este problema.

De forma general, se pueden aplicar diferentes estrategias para que la bioeconomía circular sea una realidad aplicada para todos. Por ejemplo, se pueden establecer centros de innovación especializados en bioeconomía circular para facilitar la colaboración entre empresas, instituciones académicas y gobiernos; promover la colaboración entre sectores; Crear incentivos fiscales y financieros para empresas que adopten prácticas de bioeconomía circular; ofrecer programas de capacitación y desarrollo de habilidades para profesionales y empresarios.

La bioeconomía circular representa un camino hacia un futuro más sostenible, donde los desafíos se convierten en oportunidades para construir una economía próspera y equitativa sin comprometer el equilibrio del medio ambiente. Si apuestas por este camino, no dudes en consultarnos y ¡estaremos encantados de ayudarte!

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